Notas


Genética y Biocombustibles

Todavía recuerdo, en esos otoños fríos, desenrollar esos alambres y estirar, caminar de una punta a la otra del potrero, con las botas negras de goma pesadísimas, después, el juego para saber quien debía medir la corriente con un pastito mojado, para saber si estaba pateando o no, el eléctrico, que era una caja naranja muy pesada, envuelta en un viejo cajón de manzana, apoyado, a su vez, sobre unos ladrillos. Después el “galope” de esos novillos y los primeros bocados, frescos, voluminosos de un avenal, que comida! Eran otoños más fríos.

Al tiempo, allá por agosto, la primera tropa se iba redonda, con un pelo brilloso, esas colas gordas de bosta seca y ojos muy vivaces. Que lindos novillos.

Casi al mismo tiempo, comenzaba mi cabaña y mi trabajo sobre genética, pero esos recuerdos quedaron grabados siempre en mi, y me ayudaron a no apartarme del tipo de animal que debemos hacer en Argentina, por lo fácil, lo sencillo que debería ser.

El consumo, no de la hacienda, el consumo como modalidad comercial y filosófica, como forma de vida, se hizo fuerte. Los autos, los mismos de siempre, comenzaron a cambiar mas seguido los farolitos y cualquier otra cosa efímera y superflua que hacían desesperar a todos por tener el último, el “nuevo”. Una carrera por obtener el mismo auto, pero distinto, además de mas caro.

Todo esta, hoy en día, además de los autos, contagiado de ese frenesí del consumo, desde los celulares hasta la ropa ( alguien se detuvo a ver lo que son las zapatillas nuevas!) y también, la genética.

Pero hoy aparece en escena un nuevo protagonista, que no va a parar de crecer en demanda: Los biocombustibles.

Hay algunas explicaciones técnicas importantes que se suman al fenómeno consumista del hombre, como para pensar en esto. En principio, porque es un recurso totalmente renovable. Alguien además de los países interesados en las guerras, puede saber cuanto petróleo queda en el mundo?

De una u otra forma, todo esto apuntala a que los biocombustibles, tanto el biodiesel como el bioetanol, vayan tomando preponderancia insertados dentro de los combustibles tradicionales, diesel o naftas.
EE.UU. y Canadá, el primero, lejos el consumidor mas grande de petróleo del mundo, están con obras avanzadísimas para la refinería o transformación de los granos en combustibles, donde, al menos EE.UU., espera que el bioetanol, sea un componente importante de sus naftas.
Con la ley que regirá a partir del 2010, menos de 3 años adelante, solo nuestro país deberá producir 600 mil toneladas de biodiesel y casi 200 mil de bioetanol por año.
Tantos algunos capitales particulares nacionales, como foráneos con sede en nuestras tierras, están lanzados a las inversiones que logren ponerlos como actores principales en la fabricación de estos combustibles “verdes”.

En este marco, alguien puede imaginarse que precios pueden llegar a tener los granos? Se podría pensar en suplementar la hacienda?
Se podrían imaginar el costo de producir hacienda a grano?

Por otro lado, hay necesidad de hacerlo?

Esto, fuera del análisis de lo que es un monocultivo, y otras cosas perjudiciales que ya sabemos.

De aquella avena que recuerdo a hoy, han pasado muchos años y mucho adelanto en materia de genética vegetal, hoy a pastos que superan infinitamente a aquellos, no hablo solo de verdeos, lo extiendo a las pasturas en general.
También, la evolución técnica es monstruosa, por aquellos años no existía el nutricionista, y hoy, los buenos, no solo saben de granos, también saben hacer dietas de pasto.

Se habrá equivocado la naturaleza, durante miles de años, para diseñar un animal capaz de sobrevivir y reproducirse comiendo solo pasto?

Quienes consumen genética, y quienes la hacemos, debemos estar muy atentos a la producción de los animales a pasto, me refiero, no solo a la capacidad de reproducirse que tienen sobre el campo natural o las pasturas, sino a la capacidad de recriarse y terminarse haciendo lo que mejor saben hacer, comer pasto.

Fernando Hernández (por Fernando Hernández & Cia Agrop.)
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